Turismo

Donde la tierra respira y el alma se reconoce
Los paisajes de nuestra región no son solo postales: son territorios sagrados, escenarios de historias milenarias y refugios del espÃritu. Cada cerro tiene un nombre, cada quebrada una leyenda, cada amanecer sobre la neblina es una plegaria. No se trata solo de belleza, sino de conexión: con la tierra, con lo que fuimos, con lo que aún somos. AquÃ, la naturaleza no es fondo, es protagonista; no se contempla desde lejos, se camina, se siente, se vive.
Hay paisajes que no se miran con los ojos, sino con la memoria.
Porque hay lugares que no se visitan: se habitan en el alma para siempre.
